Crítica - Chappie


Chappie
Dir. Neill Blomkamp

por Andrés Olascoaga | @AndresOlasToro

No ha pasado mucho desde que le director sudafricano Neill Blompkamp irrumpió en la escena cinematográfica del mundo. Después de dirigir una serie de cortometrajes en su país natal, Blompkamp dirigió y escribió su ópera prima; Sector 9 (District 9, 2010) un fascinante drama de ciencia ficción con el que conquistaría a Peter Jackson, quien se encargaría de producir el filme, y posteriormente a la crítica e incluso a la Academia, que le otorgó cuatro nominaciones al Oscar incluyendo Mejor Película, siendo la primera cinta de género en ser nominada en la categoría principal en más de veinte años. El repentino éxito con el que Blompkamp ingresaría a la industria también sería su principal condena. Años más tarde, apoyado por el estudio Sony, el sudafricano realizaría su segunda cinta, Elysium (2013) un fallido blockbuster protagonizado por Matt Damon. ¿Había perdido el toque en tan solo dos películas? Eso parecía, sin embargo al observar su tercer y más reciente filme, Chappie (2015) uno puede comprobar que el espíritu de Blomkamp, tan fresco y propositivo sigue instalado en cada escena, solo tenía que dejar de tomarse tan en serio.

En un futuro cercano, Sudáfrica vive una atípica época de guerra y paz. Las calles lucen un poco más seguras y la deplorable situación que había estado atravesando la caótica ciudad de Johannesburgo parece cada vez más controlada. ¿La razón? una flotilla de robots policía que el gobierno ha comprado y puesto en las calles. Sin embargo, Deon (Dev Patel) la mente detrás de estos nuevos agentes, cree que podrían hacer más que combatir el crimen y decide probar su modelo de inteligencia artificial con un obsoleto robot. Paralelamente, los asaltantes Ninja y Yolandi (ambos interpretados por el dueto Die Antwoord) creen que sería buena idea secuestrar a uno de los trabajadores de la empresa que fabrica a los robots y convencerlo de apagarlos para que ellos puedan cometer un gran atraco y pagar sus deudas. Cuando el camino de los tres se cruza, los resultados puede que no sean los mejores, especialmente si el experimento funciona y el que se supone sería el primer robot con conciencia, ahora llamado Chappie (con voz de Sharlto Copley), termina enfrascado en una ola de delitos.

Escrita a cuatro manos por Blomkamp y Terri Tatchell, Chappie guarda muchas similitudes con District 9 (además de que el equipo detrás del guión es el mismo) ambientada en las difíciles de calles de Johannesburgo donde ahora la segregación del primer filme está expresada en el inseguro ambiente, con escenas simulando un documental o una paleta de colores siempre visible ya sea en un avanzado conglomerado industrial o una abandonada guarida, cortesía por su también colaborador recurrente Trent Opaloch. Sin embargo, el único punto en el que Chappie resulta ser diferente a los dos trabajos previos de su director es en el tono expreso en el guión, donde la seriedad afortunada en Sector 9 y ridícula en Elysium queda fuera para darle paso a un moderno cuento de hadas donde vemos al director divertirse y explorar todas sus capacidades.

Con ciertos excesos y caprichos, Blomkamp logra en su tercer filme entregar un trabajo entretenido y por momentos conmovedor, gracias al encanto que rodea la historia de un robot cuyas cualidades lo podrían resumir en una infantil figura. Con Chappie, el realizador vuelve a mostrar a un grupo de seres inadaptados haciendo lo posible por existir: está el genio incomprendido, el otrora menospreciado diseñador de robots quien como dicta el cliché se convertirá en el malo de la película (un muy curioso Hugh Jackman), la pareja de hermanos de crimen que se separan ante la presencia de un nuevo integrante y finalmente el robot, una indefensa criatura que aprende rápido a formatear un PlayStation, hablar como gángster subterráneo o robar un Audi; todos ellos existiendo en un ambiente que propicia que sus historias sean creíbles y un tanto divertidas, como toda buena película de acción sin pretensiones. Aquí no hay una crítica social del todo establecida, ni una historia en donde haya más que disfrutar lo que se presenta en pantalla.

Lejos del desastre causado por Elysium, pero a la mitad del camino recorrido por su ópera primera, Blomkamp se nota decidido a lucir al grupo Die Antwoord, sin que esto se convierta en una densa versión de lo que Harmony Korine o incluso los encargados detrás de los videoclips del dueto han hecho anteriormente. El director convierte al dúo en los verdaderos protagonistas del filme, los expone en sus versiones falsas y exageradas sin quitarles las playeras con marcas o incluso su propia música del ambiente. El trabajo como fan de Blompkamp no molesta, de hecho sorprende que haga esto considerando que en su elenco cuenta con su actor consentido Sharlto Copley, quien aquí da voz y movimientos a Chappie, Hugh Jackman, un "godinez" con pistola hecho y derecho y Sigourney Weaver, quien próximamente volverá a ponerse bajo las órdenes del realizador en la siguiente película de la franquicia Alien.

Subtitulada como en el barrio (si, los güey y no mames abundan en las letras proyectadas), Chappie resulta ser un nuevo respiro en la carrera del director, una palomera opción en la cartelera mexicana y posiblemente una luz de esperanza para quienes pensábamos que Blompkamp se había convertido en un one-hit wonder. A ritmo de Baby's on Fire, Neill Blomkamp nos recuerda que sigue aquí. 

***

Chappie
Estados Unidos, 2015
Dir. Neill Blomkamp
con Sharlto Copley, Hugh Jackman, Sigourney Weaver, Dev Patel
Duración: 120 minutos
Distribuye: Sony Pictures México

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